La vicepresidenta Kamala Harris se reunió con el expresidente Donald Trump por primera vez el martes por la noche en el escenario del debate para el segundo enfrentamiento de candidatos presidenciales de las elecciones de 2024. ABC organizó el evento en el que los dos candidatos discutieron sobre importantes temas políticos, incluida la economía, la inmigración, el aborto y la guerra en Gaza, por nombrar algunos.
Trump volvió a hablar de inmigración en repetidas ocasiones, insistiendo en que criminales extranjeros estaban entrando por la frontera sur y quitándoles empleos a afroamericanos e hispanos. Harris apenas mencionó la inmigración y en cambio se concentró en su visión de lo que llamó una “economía de oportunidades”, discutiendo mayores créditos fiscales para niños y recortes de impuestos para pequeñas empresas emergentes.
Trump reiteró su apoyo a que los estados decidan sus propias políticas sobre el aborto, y agregó que apoya las excepciones a las políticas en casos de violación, incesto y para salvar la vida de la madre. Harris pidió el restablecimiento de la Roe contra Wade y destacó el problema emergente de las mujeres embarazadas a las que se les niega la atención de abortos espontáneos en los hospitales porque los médicos temen ser procesados en virtud de las leyes pro vida. Si bien Trump no respondió si vetaría una prohibición nacional del aborto porque afirmó que nunca se plantearía, Harris no respondió si apoyaba los abortos tardíos.
Harris reafirmó su convicción de que Israel tiene derecho a defenderse de Irán y sus aliados, y puntualizó que la forma en que Israel se defiende es importante. También calificó claramente a Hamás de organización terrorista que asesinó a 1.200 israelíes. Trump alegó que la guerra en Gaza nunca habría ocurrido bajo su administración porque sus aranceles dejaron a Israel en la ruina y sin poder financiar a grupos terroristas.
Los candidatos se lanzaron ataques personales el uno al otro, y Trump describió a Harris como marxista y la vicepresidenta llamó la atención sobre las 34 condenas por delitos graves de Trump. Uno de los temas de conversación más controvertidos e inesperados de la noche fue cuando Trump mencionó rumores de que los inmigrantes ilegales en Springfield, Ohio, estaban “comiéndose las mascotas de la gente que vive allí”. Harris también impulsó repetidamente la idea de que Estados Unidos “siga adelante”, “pase página” y “trace un rumbo para el futuro”, sin responder plenamente por el fracaso de la administración Biden-Harris en cumplir con el programa de condonación de préstamos estudiantiles prometido desde hace mucho tiempo o su caótica retirada de Afganistán. Trump también reafirmó que no tiene ninguna conexión con el Proyecto 2025. “No lo he leído, no quiero leerlo”, dijo.