Lecciones de sacrificio

Como el espíritu de un león de piedra, el joven Jin tiene humanos que vigilar. Al menos, eso es lo que su padre sigue diciendo. Jin considera que ver a la gente es la “cosa más aburrida de la historia”. Prefieres estar jugando zuqiuEl equivalente chino del fútbol. Ha estado perfeccionando su patada, y podría tener una oportunidad en el gol de oro durante el torneo. Cuando su padre interrumpe su oportunidad en zuqiu Fama, Jin patea la pelota furiosamente, golpeando accidentalmente la esfera sagrada, una reliquia mágica, al mundo humano.

Jin alcanza el orbe giratorio, solo para encontrar la puerta del mundo espiritual que se ha cerrado detrás de él. Con la ayuda de una misteriosa chica llamada Lulu y un gusano que supuestamente solía ser un dragón, Jin debe encontrar una manera de abrir la puerta de la ciudad antigua. Sin embargo, no son los únicos que buscan la esfera sagrada, y si no lo recuperan, el mundo espiritual puede dejar de existir.

Con dos mundos diferentes convergentes, están sucediendo muchas cosas en la trama. Al comienzo del libro, Lin retiene ciertos detalles sobre algunos de los personajes, pero hay tantos cabos sueltos, a veces es difícil seguirlo mientras el autor los ata. Ciertos puntos de la trama también se sienten subrayados. Lin no da mucho contexto sobre cómo los Gongshi (espíritus de piedra) interactúan con el mundo humano, por lo que los lectores no están familiarizados con el folklore chino podrían no entender qué está en juego cuando la puerta entre los reinos se cierra.

Los padres deben saber que la historia explora las supersticiones culturales, lo que sugiere que los espíritus de las criaturas míticas y los de los seres queridos muertos pueden influir en la vida. Pero los lectores de grado medio pueden encontrar a Jin como un héroe identificable cuya negativa a escuchar a su padre lo consigue en un montón de problemas. Inicialmente es bastante egoísta y no quiere poner en peligro su oportunidad de irse a casa. Al final, sin embargo, encuentra satisfacción a través del sacrificio personal. “Cuidar de otras personas es el propósito que nos otorga”, recuerda que su padre dijo.

Si bien Jin aprende lecciones valiosas y asume cierta responsabilidad por sus decisiones, la moraleja de la historia parece más basada en el misticismo oriental que en realidad: “No importaba de quién fue la culpa. Lo que sucedió fue por todos ellos … todo está conectado”. Edades 8-12