El presidente ruso, Vladimir Putin, convocó el miércoles una reunión de funcionarios del Kremlin para abordar la incursión, informó el medio de comunicación estatal ruso TASS. Las fuerzas ucranianas atacaron la región de Kursk el martes con tropas terrestres, artillería y ataques con drones. Al menos cinco civiles rusos en la región murieron a causa del ataque y otros 24 resultaron heridos, informó TASS. Seis de los heridos eran niños, según los medios estatales rusos.
La portavoz del Kremlin, Maria Zakharova, dijo el miércoles que la operación fue un intento de Ucrania de mostrar una actividad positiva en el campo de batalla en medio de fracasos y reveses generalizados. Zakharova calificó a las fuerzas ucranianas que cruzaron las líneas rusas de neonazis y afirmó que Kiev estaba tratando de sembrar el pánico entre los ciudadanos rusos. Insistió en que las fuerzas rusas habían detenido el avance de Ucrania.
¿Qué está pasando desde la perspectiva del campo de batalla? Según el medio de comunicación RT, dirigido por el Kremlin, en la operación participaron hasta 1.000 soldados ucranianos, que perforaron la línea del frente rusa en varios puntos del país con vehículos blindados y tanques. Las fuerzas rusas atacaron con artillería y morteros a las tropas ucranianas que avanzaban y lograron detener su avance el miércoles. Según TASS y RT, las fuerzas ucranianas han perdido varios cientos de soldados y docenas de vehículos blindados durante la operación hasta el momento.
¿Ha dicho Ucrania algo sobre esto? El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, elogió el miércoles la defensa de las fuerzas ucranianas contra los ataques rusos en las zonas de Pokrovsk, Toretsk, Lyman y Kharkiv. No se refirió explícitamente al avance hacia Rusia, pero dijo que era importante seguir destruyendo las fuerzas del Kremlin y que cuanto más presión ejerza Ucrania sobre Rusia más cerca estarán los dos países de la paz.