Tel Aviv no tolerará otro ataque al estilo del 7 de octubre en ninguna de sus fronteras, dijo el martes el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, el contraalmirante Daniel Hagari. Acusó a Hezbolá de planear precisamente ese ataque, que el grupo terrorista supuestamente llamó Conquistar Galilea. Como parte del plan, los militantes de Hezbollah saldrían en masa de las aldeas libanesas situadas junto a las comunidades fronterizas de Israel para masacrar a ciudadanos israelíes, dijo Hagari. Para evitar estos y otros ataques, las fuerzas israelíes estaban realizando incursiones selectivas en el Líbano. Esas incursiones tenían como único objetivo destruir la infraestructura de Hezbollah a lo largo de la frontera entre Israel y el Líbano, dijo Hagari.
Las FDI también revelaron el martes que ya habían llevado a cabo decenas de operaciones terrestres en el Líbano desde que comenzó la guerra. Hagari aclaró que Israel no busca dañar a los civiles libaneses, sólo a los militantes de Hezbolá. Las FDI estaban tomando medidas para evitar víctimas civiles, insistió Hagari. Hezbollah es el ejército no estatal más grande del mundo, dijo Hagari. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha prohibido que organismos militares no gubernamentales se reúnan en el Líbano, dijo Hagari. Aun así, Hezbolá sigue activo. Si el Estado del Líbano y el resto del mundo no pueden mantenerlo alejado de la frontera norte de Israel, entonces Tel Aviv no tiene más opción que protegerse, insistió Hagari.
¿Qué tiene que decir la comunidad internacional al respecto? El vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, presidió el lunes una reunión online de líderes de la Unión Europea desde México. La Unión Europea pidió un alto el fuego en la región, afirmó. Pero Borrell también pidió que se cumpla la prohibición del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la acumulación de grupos como Hezbollah en el Líbano. También suplicó a los líderes mundiales que brindaran apoyo al ejército libanés (no afiliado a Hezbollah) para que tuviera el poder militar para contrarrestar a Hezbollah y tomar el control del sur del Líbano.