La policía de Honolulu respondió a una grave explosión de fuegos artificiales en las primeras horas de la mañana del día de Año Nuevo que hirió a más de 20 personas y finalmente mató al menos a tres. La explosión en un barrio residencial dejó a adultos y niños con graves quemaduras y heridas de metralla, dijo el miércoles el jefe de policía de Honolulu, Joe Logan. Veintitrés adultos y tres menores (un niño de un año, uno de tres y otro de 12) fueron hospitalizados. Dos mujeres adultas murieron en el lugar y otra mujer de 23 años murió más tarde a causa de sus heridas, añadió.
El gobernador de Hawái, Josh Green, describió la escena como grotesca, con material cerebral esparcido por la acera por la explosión. La explosión envió fragmentos volando hacia casas y automóviles vecinos, y dejó a las víctimas con heridas similares a las de una zona de guerra, dijo Green en la conferencia de prensa. Las víctimas podrían sufrir quemaduras pulmonares, añadió.
¿Cómo se desató una explosión tan intensa en un barrio residencial? Imágenes de vigilancia y declaraciones de testigos mostraron que alguien encendió un paquete de fuegos artificiales aéreos en un camino de entrada afuera de una fiesta de Año Nuevo en una cochera cercana. El paquete de fuegos artificiales se volcó y se disparó hacia la cochera, lo que detonó cajas adicionales de más fuegos artificiales, dijo Logan. La investigación continuará y las autoridades podrán acusar penalmente a las personas involucradas en el caso, añadió el jefe de policía.
¿Son los grandes fuegos artificiales aéreos un problema en Hawái? A pesar de las estrictas leyes que rigen los fuegos artificiales, Green describió su uso como un problema constante para los isleños. Las autoridades interceptaron más de 40.000 libras de fuegos artificiales durante el último año y otras 187.000 libras el año anterior, dijo Green. Las autoridades nunca podrán capturar todos los envíos ilegales, afirmó. Green propuso promulgar legislación para convertirlo en un delito grave de Clase C si alguien es sorprendido con más de 50 libras de fuegos artificiales ilegales. Los acusados enfrentarían hasta 5 años de prisión y hasta 10.000 dólares en multas, dijo.
