Los estadounidenses transgénero que se someten a intervenciones quirúrgicas tienen más probabilidades de experimentar depresión, ansiedad, ideación suicida y abuso de sustancias que aquellos que no, informan investigadores en Texas. Un estudio retrospectivo publicado la semana pasada en el Oxford Academic Journal of Sexual Medicine analizó a las personas que luchan con la disforia de género, comparando a aquellos que recibieron intervenciones quirúrgicas con aquellos que no lo hicieron. Los científicos del Baylor College of Medicine, la sucursal médica de la Universidad de Texas y la salud de la Universidad de Texas Houston analizaron los datos recopilados por la base de datos Trinetx de 2014-24. El conjunto de datos incluyó a más de 107,500 pacientes estadounidenses de 18 años o más y los investigadores examinaron los informes de salud mental durante dos años después de la cirugía. El estudio concluyó que las cirugías para la llamada atención que afirma el género se asocia con un mayor riesgo de problemas de salud mental.
¿Qué encontró el estudio? Los hombres que se sometieron a intervenciones quirúrgicas tenían más del doble de probabilidades de sufrir depresión y casi cuatro veces más probabilidades de tener ansiedad que los hombres con disforia de género que no se sometieron a cirugía. Las personas que se sometieron a una cirugía de feminización estaban particularmente en riesgo de depresión y trastornos por uso de sustancias. Mientras tanto, las mujeres que recibieron cirugía también tenían más probabilidades de estar deprimidas o tener ansiedad que las que no tenían las intervenciones.
¿Son los hallazgos consistentes con otros estudios? Un estudio de los Institutos Nacionales de Salud publicados en abril pasado encontró que las personas que pasaron por cirugías de transición de género tenían tasas elevadas de TEPT, intentos de suicidio y suicidio. Sin embargo, otro estudio del NIH publicado en noviembre encontró que dicha cirugía fue efectiva para mejorar los resultados de salud mental como lo demuestran la disminución del uso de antidepresivos en pacientes. Un estudio de Harvard de 2021 también encontró una correlación entre la cirugía y la salud mental mejorada. Mientras tanto, la Sociedad para Medicina de Género basada en evidencia desacreditó las mismas afirmaciones realizadas por un estudio de 2019 realizado en Suecia. Los opositores de cada estudio han disputado los hallazgos basados en limitaciones de datos, problemas de análisis y sesgos.
¿Hay alguna limitación para el reciente estudio de Texas? Como estudio retrospectivo, los investigadores no evaluaron la salud mental de los pacientes antes de la cirugía o medían la tasa de cambio en la salud mental. Los opositores al estudio también señalaron que aquellos que optan por la cirugía pueden tener problemas de salud mental más graves que otras personas diagnosticadas con disforia de género que no lo hacen. Los propios investigadores notaron que no pudieron medir posibles factores como el apoyo social de los pacientes.