El salario mínimo quedó debajo del índice de indigencia

Para no ser indigente en Argentina se necesitan 29.213 pesos, mientras el mínimo obligatorio que debe recibir un trabajador sin convenio es de 29.160 pesos.

El INDEC dio a conocer este jueves la variación del mes de agosto de los valores de la Canasta Básica (CB) y la Canasta Básica Alimentaria (CBA) que marcan pobreza e indigencia, respectivamente.

Según informó el organismo, la canasta básica, que mide la línea de pobreza, subió 1,2 por ciento en agosto y tuvo una variación interanual de 55,5 por ciento. Esto implicó que un grupo familiar de una pareja con dos hijos necesitó 68.359 pesos para no caer en la pobreza. De esa forma, la canasta básica total que reúne no sólo alimentos sino también indumentaria y transporte tuvo la menor suba en 13 meses.

Asimismo, durante agosto, la canasta básica alimentaria, que mide la línea de indigencia, tuvo una variación con respecto a julio de 2021 de 0,7 por ciento. A su vez, tuvo una interanual del 55,5 por ciento y se situó en 9.454 pesos. Como consecuencia, una familia tipo conformada por dos adultos y dos hijos menores de seis y ocho años, necesitó percibir 29.213 pesos para no encontrarse por debajo de la línea de indigencia.

De este modo, a pesar de que se adelantó el esquema de incrementos, el Salario Mínimo Vital y Móvil quedó por debajo de la línea de la indigencia. Tras la última actualización que se dio a principios de este mes, el SMVyM hoy se ubica en $ 29.160. Es decir, el piso salarial obligatorio para los trabajadores que no están regulados por convenios colectivos de trabajo quedó ligeramente por debajo de la CBA.

Este detalle no es menor y tampoco ajeno al gobierno. Atendiendo el ritmo de la inflación, y después del duro golpe en las PASO, se esperaba para este jueves un anuncio sobre una nueva actualización salarial que ya se venía barajando desde agosto, lo que al calor de la interna en Casa Rosada quedó en segundo plano.

En principio, el Ministerio de Trabajo había convocado a una nueva reunión de Consejo Nacional del Salario para negociar un nuevo aumento de la remuneración mínima para el 30 de septiembre a las 15, mediante plataforma virtual. Para ese encuentro se especula con una suba que podría situarse en el 10% para igualar el 45% que negociaron la mayoría de los gremios y que es la nueva pauta inflacionaria fijada por el PEN. Pero ante un nuevo escenario político, se abren varios interrogantes.

En primer lugar, porque desde la CGT y las CTAs entienden que el gobierno debe hacer un enorme esfuerzo por elevar el SMVyM lo más cerca posible de la CB (hoy en $68.359). “Hoy el salario promedio en Argentina es de $ 50.000. Con las próximas paritarias estará entre $ 55.000-60.000, depende el gremio. Creo que el SMVM debe llegar a $ 50.000 en octubre y volver a reunirse en diciembre. La mano viene mal entre los laburantes que menos ganan y no satisface a los que ganan un poco más«, analizaron desde la CTA, uno de los sectores que forma parte del Consejo del Salario.

Por otro lado, el gobierno enfrenta la resistencia permanente de varios grupos de empresarios en otorgar incrementos que marchen muy por encima de la inflación. Y en el contexto actual de crisis postmacrismo más crisis pandémica, las patronales se agarran de una excusa lógica: el escenario económico es desfavorable -para algunos-. Si a eso se le suma la crisis interna que por estas horas padece la coalición gobernante y la pérdida de respaldo en las urnas que envalentona a los sectores más reacios a entregar derechos a los trabajadores, el gobierno se encuentra en un brete de magnitudes siderales.

Pero más allá de la discusión que se avecina, es poco probable que se logre acordar un salto en el salario que sea tan significativo como para complacer a los más vulnerables, que casualmente son a los que más castiga la inflación, el otro gran problema que no logra resolver el gobierno. De hecho, desde la CGT piensan que la discusión de cuanto se da de incremento queda relegada a segundo plano si la inflación no se controla. “No sirve que te den 100 o 200 por ciento, si la inflación te lo devora en cuestión de meses”, insisten.

No obstante, el aumento del 10% en el SMVyM es prácticamente una realidad. Este incremento servirá también para definir montos de diferentes beneficios de Anses como la Asignación Universal por Hijo (AUH) o la Asignación Universal por Embarazo (AUE), entre otras. A principios de julio, cuando formalizó el adelantamiento del esquema de pago del aumento del salario mínimo, se fundamentó la medida sobre la base de que es «una prioridad y constituye una condición necesaria para que la economía sostenga la reactivación en marcha».

Artículo anteriorInicia la vacunación para adolescentes de 17 años sin comorbilidades en Tucumán
Artículo siguienteEl Consejo del Salario se reunirá el 21 de septiembre

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here