El Premio Nobel de la Paz es para los defensores de las armas nucleares

El Comité Noruego del Nobel otorgó el viernes a la organización de base Nihon Hidankyo el Premio Nobel de la Paz 2024. La organización, formada por supervivientes de Hiroshima y Nagasaki, ha abogado por un mundo libre de armas nucleares. Ha reunido testimonios de testigos sobre lo que hicieron las armas nucleares cuando fueron lanzadas sobre las ciudades japonesas y por qué nadie debería volver a usarlas nunca más, dijo el Comité del Nobel.

Las armas nucleares que arrasaron Hiroshima y Nagasaki mataron a un total de 120.000 personas con sus explosiones, dijo el Comité del Nobel. Otros tantos sucumbieron posteriormente a la intoxicación por radiación y otras lesiones, añadió el comité. Nihon Hidankyo reunió testimonios de miles de personas que sobrevivieron a las explosiones y ha pedido periódicamente el desarme nuclear.

¿Por qué Estados Unidos arrojó las bombas durante la Segunda Guerra Mundial? El presidente estadounidense Harry S. Truman exigió la rendición incondicional de Japón el 26 de julio de 1945, poco después de asumir el cargo, según los Archivos Nacionales. Japón ignoró su petición. Habiendo visto cómo los soldados japoneses preferían morir antes que rendirse durante la guerra, el gabinete de Truman creía que el costo de una invasión terrestre estadounidense de Japón costaría decenas de vidas estadounidenses.

Más de una semana después de exigir la rendición del emperador Hirohito, Truman todavía no había recibido respuesta. El 6 de agosto de 1945, la Fuerza Aérea de Estados Unidos lanzó una bomba nuclear apodada Little Boy sobre Hiroshima. Días después, impactó en Nagasaki con otra bomba nuclear. Hirohito se rindió poco después.

¿Qué más tuvo que decir el Comité Nobel? Pronto el mundo ya no tendrá testigos vivos de las explosiones, dijo el comité, añadiendo que la comunidad internacional no debería olvidar cómo sufrió la gente. El comité celebró que durante casi 80 años ningún país haya detonado una bomba nuclear en tiempos de guerra.

Pero los miembros del comité también estaban desesperados por el hecho de que las bombas nucleares se estuvieran volviendo aún más poderosas, que más países estuvieran haciendo esfuerzos para desarrollarlas y que un tabú internacional contra su uso parecía estar debilitándose. El mundo debería recordar que éstas son las peores armas que el mundo haya visto jamás, afirmó el comité.