La guerra entre Israel y Hamás está entrando en su décimo mes y no parece que vaya a terminar pronto, precisamente porque Hamás sigue rechazando varios acuerdos razonables de alto el fuego y toma de rehenes, incluida la última propuesta respaldada por la administración Biden. Si bien cualquier razonamiento lógico sugiere que Hamás debe trabajar diligentemente y cooperar para alcanzar un acuerdo que ayude a los palestinos, esa no es la forma en que opera el grupo terrorista. Después de todo, cuando sus terroristas lanzaron el horrible ataque del 7 de octubre de 2023 (masacrando a más de 1.200 personas y tomando brutalmente a cientos de rehenes israelíes e internacionales inocentes), debieron haber previsto que Israel no se quedaría de brazos cruzados. Debieron haberse dado cuenta de que se perderían muchas vidas palestinas.
Pero ¿acaso a los dirigentes de Hamás realmente les importan las vidas del pueblo palestino? No parece que sea así.
El cerebro del ataque del 7 de octubre es Yahya Sinwar, a quien Estados Unidos califica de terrorista. Ahora conocemos algunos aspectos de lo que piensa, en parte a través de un informe exclusivo publicado en El Wall Street Journal que incluía mensajes que Sinwar habría enviado a líderes musulmanes árabes y mediadores que han estado tratando de facilitar el logro de un acuerdo entre Hamás e Israel. Según el DiarioLos mensajes de Sinwar revelaron que no quiere un acuerdo con Israel porque “más combates y más muertes de civiles palestinos juegan a su favor”.
Por muy impactante que suene esta declaración, no debería sorprender a nadie en vista de todo lo que hemos presenciado de parte de los terroristas de Hamás. Sin embargo, estos mensajes filtrados son significativamente importantes, ya que acercan al mundo a la comprensión de los malvados objetivos y las viles tácticas de Hamás y su líder.
De los mensajes de Sinwar, según lo informado por el Diariopodemos extraer tres revelaciones importantes.
En primer lugar, en sus primeros mensajes, Sinwar elogió los ataques del 7 de octubre y la valentía de sus correligionarios musulmanes contra los judíos, pero afirmó que “la situación se salió de control”, como cuando se refirió a “las bandas que tomaron a mujeres y niños civiles como rehenes”. Esta declaración indica que el ataque de Hamás se ejecutó de manera aleatoria, sin preocuparse demasiado por las vidas humanas. Los atacantes trataron principalmente de capturar a todas las personas que pudieron, con rapidez y rapidez, para ganar influencia y obligar a Israel a entablar negociaciones posteriores. Sinwar calculó mal el alcance o la profundidad tanto del ataque como de la respuesta israelí. En su planificación inmadura e inexperta, las vidas humanas parecen no haber tenido importancia alguna. También está la cuestión de si la explicación de Sinwar contiene verdad.
En segundo lugar, los mensajes mostraban el compromiso de Sinwar con el Islam y su profeta. Al describir su aspiración a imitar a los “musulmanes piadosos” entre los parientes de Mahoma, Sinwar se describió a sí mismo en gran medida como un héroe imparable que defiende el Islam, incluso al buscar y aceptar el martirio. Cuando algunos líderes musulmanes árabes le enviaron mensajes para que trabajara en pos de las negociaciones de paz con los israelíes para evitar el derramamiento de sangre de numerosos palestinos, Sinwar supuestamente insistió: “Tenemos que avanzar por el mismo camino que comenzamos”. Para explicar su determinación inquebrantable, agregó: “O que sea una nueva Karbala”. Se refería a una batalla que tuvo lugar en el año 680 en Karbala, una ciudad en el actual Irak, en la que los musulmanes lucharon entre sí. Fue una brutal guerra civil en la que los musulmanes mataron al nieto de Mahoma. Aquí, Sinwar parece verse a sí mismo como un héroe que trabaja por los objetivos del Islam, presentándose como un soldado listo para el martirio como el nieto de Mahoma. Pero para cualquier historiador entendido, Sinwar no sabía realmente de qué estaba hablando. Su interpretación del incidente histórico parecía muy equivocada, ya que la batalla en sí era una guerra civil entre musulmanes. Se limitó a referirse al incidente para invocar sentimientos y fervor religioso. Utilizó consignas y palabras religiosas en su propio beneficio, al tiempo que no mostraba ningún respeto por las vidas de los civiles palestinos.
En tercer lugar, los mensajes de Sinwar pusieron de relieve el grave conflicto interno entre los dirigentes palestinos. Muchos en Occidente no reconocen que los palestinos están en enorme desacuerdo entre sí por el control, el poder y el liderazgo, un hecho que ahora desempeña un papel sustancial en la prolongación de la guerra contra Israel. Los dirigentes de Hamás de Gaza están en vehemente desacuerdo con la Autoridad Palestina oficial en Cisjordania bajo el Presidente Mahmud Abás, el líder de Fatah. Hamás busca explícitamente la aniquilación de Israel, mientras que Fatah está abierto, al menos en teoría, a negociaciones para la creación de dos Estados.
Los mensajes de Sinwar mostraron claramente su falta de voluntad de cooperar con Fatah. Cuando algunos líderes árabes organizaron una reunión para discutir la reconciliación entre los líderes de Hamás y Fatah, Sinwar calificó la reunión de vergonzosa, diciendo: “Mientras los combatientes sigan en pie y no hayamos perdido la guerra, esos contactos deben terminarse de inmediato”. Añadió que “tenemos la capacidad de seguir luchando durante meses”. Es evidente que Sinwar quiere continuar la guerra sin importarle el derramamiento de sangre de su propio pueblo, ya que más combates y más muertes sirven a su malvada agenda. Cuando muchas personas desinformadas salen a las calles en los Estados Unidos para apoyar a Hamás y afirman que Israel es el único agente responsable de la continuación de la guerra, los mensajes de Sinwar deberían servir como prueba de que están completamente equivocados.