Los años electorales son a la vez agotadores y estimulantes para un periodista político. Carolina Lumetta, de WORLD, ha recorrido el país para asistir a decenas de mítines desde enero. También cubrió tres convenciones partidarias durante el verano. Le pedí que compartiera un poco de lo que presenció.
La Convención Nacional Demócrata (DNC) invitó a los creadores de contenido de redes sociales a su reunión en Chicago. ¿En qué forma abordaron el evento de manera diferente a los medios de comunicación tradicionales? Bueno, para empezar, la logística les resultó mucho más sencilla en comparación con los periodistas. Los creadores de contenidos tenían al menos dos salas en el centro de convenciones, acceso abierto a todas las reuniones informativas y de asambleas partidarias, una plataforma especial en el recinto de la convención y un servicio de catering privado durante las veladas. El contenido que crearon fue una mezcla de breves sesiones de preguntas y respuestas con líderes del partido y legisladores, vídeos breves de sus experiencias y “controles de ajuste” de lo que llevaban puesto durante la semana.
La convención republicana también contó con la presencia de estrellas de las redes sociales. ¿Observaste alguna diferencia en su forma de actuar? Este es un detalle poco conocido: los republicanos también invitaron a los creadores de contenido a su convención, pero acudieron muchos menos. Las estrellas de las redes sociales que vi en la Convención Nacional Republicana actuaron más como presentadores de programas de entrevistas, corriendo de un lado a otro con micrófonos en miniatura. No tuvieron mucha interacción.
¿Qué fue lo más sorprendente que vio en cualquiera de las convenciones? Qué parecidos eran el RNC y el DNC. También asistí a la Convención Libertaria en Washington a principios de este año, y los delegados allí debatieron programas y posiciones. En las convenciones de los principales partidos, cada discurso estaba cuidadosamente preparado, incluso los asuntos del partido que se desarrollaban en el pleno. Los republicanos que no estaban de acuerdo con el lenguaje del aborto en el programa no tuvieron oportunidad de debatirlo, y los demócratas que querían abordar las diferencias en los enfoques sobre Palestina tampoco tenían ningún método para plantear sus objeciones. Las convenciones son más bien una fiesta de cuatro días para los miembros más dedicados de ambos partidos. A pesar de la atmósfera enérgica, también me sorprendió que en ambas convenciones los mensajes centrales fueran similares: ambos bandos pintan al otro como una amenaza existencial para un modo de vida.
En un año electoral, los medios de comunicación están bajo la lupa tanto como los políticos. ¿Cómo te trata la gente en los actos políticos? Ambos partidos quieren la cobertura más positiva posible, lo que tiene sus pros y sus contras para un medio que no es un legado como WORLD. Los delegados que normalmente no hablan con los medios se ponen nerviosos cuando me acerco a ellos y les pido una entrevista rápida. En ambas convenciones, al igual que en cada protesta, manifestación e historia que cubro, les hago saber que estoy allí para escuchar, no para opinar. A veces, de mala gana, esas fuentes aceptan hablar, y luego, cuando la historia está completa, aprecian que los representemos de manera justa y sin agregar la emoción exacerbada que generalmente acompaña a estos eventos políticos. Les digo que es algo normal en WORLD.